Ginkgo en el Caribe

miércoles, agosto 22, 2007

LA HABANA

Solo un finde es poco para saborear todos los rincones de La Habana ...... pero no teníamos mas tiempo.
En el vuelo van apareciendo los perfiles de la Isla y se adivinan lugares maravillosos apenas habitados.
La Habana es deslumbrante, y no afectan para nada los comentarios que desde hace días nos hacen sin parar.

El primer encuentro es con el malecón, 8 Km llenos de gente, de luz, de agua. Son las primeras dos horas de paseo camino de La Habana Vieja acompañados de un atardecer dorado.

En el camino nos encontramos con un bosque de banderas negras, impresionante, delante de la oficina “de los intereses americanos”. Tapan la fachada, ......denunciantes....... atrevidas....... orgullosas ........ dignas

La Habana Vieja va apareciendo con sus maravillosos edificios, sus desconchones, sus débiles luces, con sus gentes de charla al fresco, con sus ventanas de ropas tendidas como las películas italianas de Visconti. Están precisamente anclados en esa época.

Hay autobuses, mas coches y mejores que los que vimos en Santiago, mas vida ......mas turistas ..... Es una ciudad más cosmopolita pero no tiene ese delicioso toque rural de Santiago.

También tiene menos cartelones de consignas revolucionarias

La música suena por muchos rincones, sobre todo por aquellos llenos de turistas, no terminamos de encontrar aquellos locales con música llenos de cubanos viejecitos como en Santiago.....

El contraste permanece, cenamos estupendamente a nivel europeo, a precio europeo, completamente prohibido a los ciudadanos cubanos......

La vuelta por los alrededores subidos en un cocotaxi es un placer. La motito va a toda pastilla enseñándonos los rincones y contando anécdotas.....

En el bosque de la ciudad, atravesado por un río, y dentro de un espacio un poco fantasmagórico por la presencia de árboles cubiertos de helechos y lianas, vemos hacer un rito de “limpieza o de sanación” con una gallina a la que desplumaron, echaron al río y luego se rociaron y lavaron al son de unos canturreos y de unas campanitas que batía uno de los dos santeros...... según salimos del bosque vemos llegar a otra comitiva para realizar la misma operación......
Las creencias afrocubanas impregnan bastantes rincones de la ciudad.

Estamos en Carnavales, el malecón es un hervidero, puestecitos de comida, de bebidas, ..... todo para cubanos ..... no nos dejan verlo, no hemos sacado entrada....... se sacaban por la mañana en algunos cines...... me acuerdo de una feria de Sevilla, sentados en el pabellón de Murcia y sin saber bailar sevillanas ......

Nos paseamos de nuevo por el malecón y asistimos a la pesca de un pedazo de pez de casi un metro ...... toda una lucha entre el hombre y el mar. No hay nada mas que un simple hilo de pescar enrollado en un palo y las enormes ganas de tener un extraordinario para cenar...... y para vender.....

La cena en un "Paladar" nos da la oportunidad de meternos en una casa, en un piso y de hablar ....... están agotados, no pueden mas con esa vida llena de limitaciones ....... es un dolor ....... no tienen de nada y la economía paralela es vital.

Volvemos con la doble sensación de dolor y alegría...... Manuel se queda una semana mas para bucear en la Isla Juventud.